A veces me siento
un masoquista.
Que le encanta sufrir,
vivo para que me duela.
No sé porque
siempre me pongo
en el lugar menos indicado.
Espero la cachetada
en el alma.
Es la ironía
o es lo que merezco.
Es sentirme
el tonto que cree,
en sueños vulgares.
Que vi hermoso,
pero demasiado
grandes para mí.
No si disfruto
el caerme y golpearme.
Poniendo más sal
en la heridas.
Será torpeza
o cobardía.
¿Seré masoquista?
Derechos reservados a César Desiato
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