Mis ojos clavados en el cielo
soñando despierto y amando,
sin tener un amor pensando.
Buscando mi destino
sigo esperando el canto
de las aves del insomnio.
Recordando mis sueños
de infante soñador.
Quizás palpite el corazón.
Vuelo de nuevo
esperando la caída,
más no puede doler
una vida de dolor
se transformará
en eterna nostalgia.
De vivir no dejaré
ni de soñar también.
Soy lo que se ve.
Ya no busco
en los imposibles.
Entro en lo posible.
Derechos reservados a César Desiato
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