martes, 14 de diciembre de 2010

Comparando la vida y la flor

Podríamos comparar
la vida con una flor.
Que nace, florece
para finalmente
le llegue la muerte.

Cuando nacemos
en el vientre materno.
Es la semilla
que abre y estalla
de una nueva vida.

Nosotros los humanos
tardamos años
en lograr florecer,
es cuando el alma
se siente viva,
entre el amor.
Es cuando la flor
abre el capullo
frente al Sol.

Finalmente
llegamos a la muerte,
algunos con metas
pendientes.
Que son esas
flores que antes
de llegar a florecer,
caen y se marchitan.
Los que lograron florecer
mueren en calma,
por ha ver vivido
en plenitud.

Por eso pienso
que podríamos
compáranos con
una flor.
 
 
 
 
Derechos reservados a César Desiato

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